jueves, 15 de septiembre de 2011

Diferencias Culturales I: Les nombres de los niños


Tras vivir en Francia durante ya más de 10 años, uno sigue viendo las cosas desde el exterior por muy integrado que esté uno. Me gustaría compartir mis experiencias con una serie de posts titulada “Diferencias culturales”.
Y, ¿ por qué no empezar con los niños?
Aquí en Francia hay que tratar a los niños con mucho mimo no vaya a ser que se cansen. Yo siempre me digo que no es casual que el país que ha instaurado las 35 horas semanales de trabajo inculque desde pequeños a los niños que no hay que agotarse muy pronto.
Así que en el primer año de escuela infantil (maternal como dicen en Francia) es recomendable llevar a los niños al colegio, sólo por la mañana. Es decir de ocho y media a once y media. Después tienen que descansar con preferencia en casa.  Y además los miércoles no tienen colegio para que puedan hacer una pausa a mitad de la semana, porque si no ¡pobrecillos!...En España, si mis informaciones son correctas, los niños empiezan el primer año a la misma edad, 3 y van cinco días a la semana  de 9 a 4 más o menos.
Si comparamos el tiempo que pasan los niños franceses y españoles en el colegio llegamos a la conclusión que los niños españoles “trabajan el doble” que los franceses. Si esta norma continuara hasta la edad adulta pensaríamos que España es un país de trabajadores natos. Pero ¿cómo es posible que a España le vaya tan mal? Dejaré esta respuesta a los expertos de economía y política.
Cuando uno llega por primera vez a un colegio “maternal” (el adjetivo ya lo dice todo) se encuentra con madres, padres y niños llorando. La separación como dicen ellos lo viven como una experiencia difícil. Como dice una amiga, los franceses exageran…ni que fueran a quitarles a los niños. ¡Sólo van al colegio! En esos momentos de cariño entre padres e hijos uno empieza a escuchar los “nombres cariñosos” (para mí ridículos) con los que llaman a los niños.
Juju (pronunciado yuyu), Loulou (pronunciado lulu), lili, momo, …Pero no os creáis que son apodos sin sentido. Generalmente deforman el nombre del niño escogiendo una sílaba y repitiéndola. Por ejemplo:
-       De Louis o Louise, loulou
-       De Myriam, mimi
-       De Juliette, juju
-       De Maurice, momo
-       De Julie (podéis elegir) he oído juju o lili…
Ahora podéis dar rienda suelta a vuestra imaginación y declinar los nombres franceses en cualquier cosa menos en algo interesante o elegante…¿Para qué habrán pasado tanto tiempo los padres eligiendo un nombre para luego llamarle por otro?
Por último, tienen los apodos que se aplican sean niño o niña a destajo y sin condición como bonhomme (hombrecillo), petite puce (pequeña pulga).
Con lo bonito que es chéri…

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